viernes, 5 de marzo de 2010

Vicepresidencialismo

El vicepresidente actual del matrimonio K, es también el principal referente de la oposición. ¿Locura argenta? Claro que si.

Muchos han manifestado que, si no comparte las políticas del Ejecutivo, Cleto Cobos, debería renunciar. Pero nadie puede obligarlo, debido a que el presidente no puede removerlo de su cargo ya que esa decisión es algo que sólo puede hacer el Congreso por medio de un juicio político.

La voluntad del presidente no alcanza para destituirlo. La Constitución Nacional no contempla la situación de un vicepresidente que disiente de las políticas presidenciales, pero debe interpretarse que no lo obliga a renunciar, ya que ante la renuncia del vicepresidente, el Congreso llama a elecciones para la designación popular de un reemplazante. Medida no conveniente para los Kirchner.

Recordemos que cuando Julio “no positivo” Cobos acepto compartir la fórmula presidencial con un partido que no es el suyo, las denuncias de corrupción sobre Néstor Kirchner ya eran vox populi y Guillermo Moreno manipulaba el INDEC a su antojo. Él sabía muy bien donde se metía.

No comparto las políticas de este gobierno mal denominado “nacional y popular”, pero Cobos no puede ser el referente principal de la oposición, y hacer campaña contra el oficialismo que él mismo integra; su actitud lastima la poca institucionalidad que nos queda.

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